Quiropráctica durante el embarazo

Quiropráctica durante el embarazo: alivia los síntomas frecuentes y disfruta de tu etapa gestacional

Dificultad al respirar, pérdidas de orina, estreñimiento, ardores, lumbago… ¿Te suena todo esto? Son algunos de los síntomas más frecuentes en el embarazo, pero desde Quirosum queremos que comprendas que esto no significa que sean síntomas normales en el embarazo. Entre tener alguna patología y vivir un embarazo en equilibrio y bienestar hay mucho margen. Si tu embarazo va bien, pero hay cosas que te incomodan o muestran desequilibrios, se pueden mejorar. Son muchos los beneficios de la quiropráctica durante el embarazo y te los vamos a explicar a continuación.

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El embarazo es un proceso impresionante y único para nuestro cuerpo. Se producen cambios en todos los sistemas y eso requiere que todos estén trabajando en óptimas condiciones para poder adaptarse. Muchos de los síntomas son reflejo de una incapacidad de nuestro cuerpo para poder adaptarse al 100%.

Tenemos la suerte de vivir en un país donde recibimos la mejor atención médica a día de hoy ante cualquier problema, tanto para detectarlo como para tratarlo, pero a la vez nos encontramos sin mucha información ante los problemas no patológicos, que pueden disminuir el bienestar de la madre y del bebé.

Durante el embarazo necesitamos que todo nuestro cuerpo trabaje al 100%. Por ejemplo, nuestro sistema cardiovascular aumenta el volumen de sangre y hasta el tamaño del corazón. Hay estudios que demuestran que un embarazo y un parto son más exigentes para este sistema que correr una maratón, con la diferencia de que para correr nos preparamos y entrenamos.

Si no tenemos un sistema cardiovascular sano, a veces sentimos que estamos fatigadas y no llegamos. Por eso cada vez más profesionales recomendamos hacer deporte antes y durante el embarazo. Cuando nos preparamos, nuestro cuerpo se adapta mejor. 

Nuestro metabolismo también necesita mejor rendimiento, por eso cada vez se hace más hincapié en la importancia de la alimentación durante el embarazo. Si siempre es necesario comer sano, en el embarazo se van a ‘notar’ más los malos hábitos.

El metabolismo del azúcar es un ejemplo. Tener diabetes gestacional es uno de los principales factores de riesgo para tener diabetes en el futuro, lo que muestra que si tenemos el nivel de azúcar alto durante el embarazo, nuestro páncreas no estaba trabajando al 100% antes. Y si no cambiamos nuestros hábitos incluso después del embarazo es probable que en unos años tengamos este problema.

Esto lo podríamos aplicar a casi todos los sistemas de nuestro cuerpo. Por eso decimos que el embarazo es una ventanita a la vejez, es una oportunidad que tenemos las mujeres de ver qué tenemos que cuidar en nuestro cuerpo para estar sanas en el futuro.

La espalda es otro gran ejemplo. En el periodo gestacional se producen muchos cambios que una espalda rígida no puede asumir, haciendo que aparezcan molestias y desequilibrios. 

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Si nuestra pelvis no está en equilibrio, el útero estará en tensión, generando un desequilibrio en las presiones uterinas que tanto los ligamentos uterinos como el diafragma y el suelo pélvico tendrán que compensar. Ahí es donde aparecen los síntomas más comunes del embarazo:

  • Dolores de espalda, ciática, brazos, etc.
  • Ardores y dificultad al respirar.
  • Dolores en el pubis y en la zona baja de la barriga.
  • Taquicardia o fatiga al realizar actividad física leve, como andar o subir escaleras.
  • Presión o fallo del suelo pélvico, pérdidas de orina o molestias en las relaciones sexuales.
  • Malas digestiones o estreñimiento.
  • Presión del bebé en diferentes partes de la cavidad abdominal, haciendo que el bebé no adquiera la mejor posición posible.

Y muchos más.

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Uno de los principales beneficios de la quiropráctica durante el embarazo es que permite devolver a la columna esa movilidad y equilibrio de las siguientes maneras:

  • Equilibra la postura.
  • Alinea y equilibra la pelvis.
  • Libera el sacro, un sacro flexible es fundamental para el parto.
  • Activa el transverso, la baja abdominal que ya tenemos, si usamos una ‘comprada’ debilitamos aún más la nuestra.
  • Relaja el diafragma, que es el gran causante de la dificultad respiratoria, las náuseas y los ardores.
  • Disminuye la presión sobre el suelo pélvico. Cuánto más equilibrada está nuestra pelvis, mejor funciona nuestro suelo pélvico.
  • Relaja los ligamentos uterinos, liberando presiones para el bebé y ayudando a su posición. Nosotros no realizamos ninguna técnica para poner al bebé de cabeza. Muchas mujeres vienen a ajustarse, porque al equilibrar la pelvis y el útero, el bebé pasa de nalgas a una posición cefálica por sí solo/a.
  • Activa el sistema parasimpático, permitiendo una mejor digestión, descanso, respiración, bienestar, etc.

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Nuestro  objetivo desde Quirosum es que dejemos de decirles a las embarazadas que es normal que tengan dolores, que es normal que tengan ardores y que no hay nada que puedan hacer para disfrutar de su embarazo.

Si conoces a alguna embarazada, compártele esta información y dale la oportunidad de sentir la época más especial de su vida como algo positivo. Si quieres consultarnos o pedir cita puedes contactarnos a través de este link.

Etapas del desarrollo psicomotriz del bebé: la importancia de los primeros dos años de vida

El desarrollo psicomotriz del bebé en sus primeros dos años de vida marca su postura, coordinación y movilidad para siempre. Nacemos solo con el 25% de nuestra función cerebral, y eso nos confiere una gran capacidad para adaptarnos al medio en el que vivimos, pero también nos hace tremendamente dependientes y muy vulnerables durante las primeras etapas.

En los dos primeros años de vida del bebé es cuando más se desarrolla nuestro cerebro y donde el 90% de este desarrollo se basa en el movimiento, en pasar de una columna que no se sostiene ni aguanta el propio peso a ponernos de pie, andar y correr. Y todo este proceso está muy bien organizado y calculado por el cerebro.

Nacemos sin movimientos voluntarios (lo que le hace a los bebés cerrar el puño cuando le tocamos la palma de la mano son los reflejos primitivos con los que nacemos) y conforme vamos creciendo estos reflejos deben ir desapareciendo para dar lugar a los movimientos voluntarios: girar la cabeza hacia mamá, levantar la vista cuando oímos a alguien conocido, etc. Pero para que nuestros bebés inhiban esos reflejos y desarrollen su espalda hasta ponerse rectos deben seguir un orden, como subir unas escaleras escalón a escalón.

Desde Quirosum insistimos siempre en la importancia del movimiento en el desarrollo, que los bebés estén en un ambiente seguro que les permita moverse. Por eso vamos a explicar a continuación cuáles son las necesidades de cada etapa y qué podemos hacer en casa.

Apego: etapa de 0 a 2 meses

bebé apego

En esta primera etapa las necesidades del bebé son muy básicas: dormir, comer, digerir y hacer caca. Parece fácil, pero para realizar estas tareas el Sistema Nervioso (SN) debe estar en equilibrio. Los bebés no son nerviosos, pero sí pueden tener un sistema nervioso un poco más en alerta de la cuenta dando lugar a muchos síntomas: cólico del lactante, alteración de la succión, llanto inconsolable, estreñimiento, disquecia del lactante (incomodidad o incluso llanto antes de hacer caca), etc.

Es muy importante que reciba ajustes quiroprácticos para que su SN esté en reposo y no en alerta, para devolverle su equilibrio y que estos síntomas disminuyan o desaparezcan. Un bebé debe estar tranquilo, mamar sin dolor, hacer caca sin esfuerzo y, sobre todo, su cuerpo debe estar relajado. Puede parecer una utopía, más en estos meses tan complicados que estamos viviendo, pero es verdad. Lo normal es que los bebés estén bien y si no lo están, hay que analizar qué pasa.

De vital importancia en estos dos primeros meses es el contacto materno. Los bebés no solo crecen por la cantidad de leche que ingieren, sino también por el contacto emocional con la madre. Es una etapa donde madre y bebé se conocen y se van adaptando a la nueva vida. La madre debe poder dedicarse a entender las necesidades de su bebé, sin estar tan pendiente de la casa o de hacer la comida. Cuidar a la madre es cuidar al bebé también.

Este contacto es el comienzo de una relación madre y bebé segura y de confianza. El tacto y el olfato son los sentidos que tiene más desarrollados en estos momentos, así que sentir y oler a su madre es una necesidad fisiológica y la única manera de sentirse seguro. Aquellas madres que desean dar el pecho y tienen problemas, os animamos a que consultéis a profesionales que os puedan ayudar. Hay pediatras, matronas y asesoras de lactancia muy preparados que os harán las vida más fácil.

Una característica de esta época es la forma de la columna. Cuando nacemos está en forma de C, no sostenemos nuestro peso, por lo que la mejor postura es en brazos, tumbado boca arriba y porteo ergonómico para esta edad.

La cabeza la empezamos a controlar ‪a partir de las dos‬ semanas o un mes. Controlar significa moverla voluntariamente, no ponerla tiesa o echarla hacia atrás con fuerza. Estos son movimientos reflejos que nos indican que tenemos tensión en las cervicales que debemos tratar para la correcta formación de nuestra columna.

Otros síntomas que nos indican que el bebé necesita un ajuste de columna es que prefiera un pecho a otro, que mantenga la cabeza girada más hacia un lado que hacia el otro, que ‘le gusten las luces’ (cabeza en extensión), que ponga el cuello recto antes ‪de las dos‬ semanas o que parezca que tiene mucha fuerza en las cervicales. Todo esto puede indicar una musculatura más tensa de lo que debiera. Que un bebé parezca que está fuerte solo indica que su tono muscular está más activado.

Boca arriba: etapa de 2 a 4 meses

bebé boca arriba

Entre los 2 y 4 meses nuestro bebé ya interactúa, sonríe cuando le hablamos y empezamos a entendernos. Ya sostiene bien la cabeza cuando lo tenemos en brazos, empezando a formarse la curvatura del cuello, la lordosis cervical.

Aquí empieza la importancia de crear un ambiente óptimo para el desarrollo del movimiento. Aún pasa más horas en brazos y/o dormido, pero debemos ponerlo en periodos cortos en el suelo boca arriba. El tiempo va según la tolerancia del bebé, debe estar tranquilo y contento, si llora lo cogemos y así todas las veces al día que podamos.

¿Dónde lo ponemos? En el suelo. No nos cansaremos de decirlo, el suelo es el lugar más seguro, desde el que no se cae. No hay que hacerlo ni en la cama ni en el sofá, primero porque en altura es peligroso (de ahí si se puede caer) y segundo porque la superficie ha de ser dura, en superficies blandas no puede desarrollarse igual.
bebé giro lateral
Empieza a ponerse de lado, desde boca arriba hasta darse la vuelta. Esto se produce estando en el suelo, el uso de hamacas o carrito es un tiempo en el que el bebé no recibe estímulo, ya que no puede moverse libremente. Cuanto más tiempo pase en el suelo y menos en dispositivos más se va desarrollando las capacidades de movimiento.

Esto no significa que sea ‘malo’ ponerlo en la hamaca o en el carrito, sino que tenemos que saber que mientras esté ahí disminuye en gran medida su estimulación. Lo que sí es importante es que tanto en la hamaca como en el carrito la espalda del bebé siempre esté tumbada paralela al suelo, no debemos reclinar ni levantar el apoyo, ya que esto hace que su columna soporte mucho más peso del que puede y cambia su referencia de apoyo.

También nos gusta recordaros que la espalda no se desarrolla solo en extensión (hacia atrás), sino en todos los rangos de movimientos, y una espalda fuerte es un abdomen fuerte, un tronco fuerte. Por eso esta etapa boca arriba con las piernas semi-flexionadas es el principio de una espalda resistente.

Boca abajo: etapa de 4 a 6 meses

bebé

El bebé debe ponerse boca abajo cuando tenga la fuerza para girarse y hacerlo por sí solo. Es decir, lo dejamos en el suelo boca arriba para que tenga que girarse y fortalezca todo el tronco. Cuando lo hace por sí mismo adquiere la fuerza para estar cómodo boca abajo y descubre una nueva perspectiva del mundo, observa mucho mejor el entorno y va jugando con la columna totalmente arqueada hacia atrás. Si os fijáis es la misma C con la que nace la columna pero al revés, permitiendo que se fortalezca la espalda entera.

Luego comienza a desplazarse dando vueltas (como un reloj) y estira las piernas, señal de que las rodillas aún no se flexionan para dar paso al gateo y tiene que seguir desarrollando habilidades para que este se produzca.

En las últimas décadas hemos pasado de poner al bebé boca abajo desde el nacimiento a las recomendaciones actuales que debe permanecer boca arriba. Esto ha provocado que muchos bebés no desarrollen esta fase correctamente y haya un retraso generalizado del desarrollo. No por la postura, sino porque lo hacemos en espacios donde no se permite el movimiento (cunas, maxi-coxis, hamacas, carritos atados, tronas, etc.). Siempre que esté vigilado por un adulto y la situación lo permita, el bebé debe estar en un espacio de al menos 2×2 metros para poder girarse y moverse. La fuerza y control de la columna comienza activando los rotadores (músculos de ambos lados de la columna) y luego los extensores.

Por eso creemos que parte de la falta de desarrollo de fuerza y movilidad de la columna se debe a la disminución del tiempo en un espacio que permita el libre movimiento, y no al cambio a la postura boca arriba actual.

Gateo-sentado: etapa de 7 a 10 meses

bebé pre-gateo
En esta etapa se producen varios hitos del desarrollo como reptar, gatear y empezar a experimentar la verticalidad, sentarse.

El reptar es el pre-gateo, cuando comienza a mover los brazos con las piernas y se genera el patrón cruzado. Es la primera vez que ambos lados de nuestro cerebro aprenden a coordinarse y eso dará lugar a muchas otras funciones de nuestro sistema nervioso que nos serán necesarias tanto para leer o escribir como para la coordinación en nuestra edad adulta.

Cuando hayan hecho muchas veces el giro completo (la croqueta) empiezan a flexionar las piernas dando lugar al gateo completo. Justo en esta etapa, después de haber trabajado la faja abdominal, pasan de la posición de cuatro patas a sentarse.

Una vez se sienta por sí mismo, ya podemos incorporar la sillita del carro para que vayan sentados, aunque siempre que sea posible los bebés deben seguir en el suelo para gatear durante los próximos meses. No debemos sentar a nuestro bebé hasta que se haya sentado por sí mismo/a.

Los que venís a Quirosum sabéis que el gateo es una parte fundamental del desarrollo de la columna, la postura y la coordinación de nuestra biomecánica. Si vuestro bebé no gatea o se desplaza sentado hay que ver qué fase se saltó y volver a fomentarla hasta que lo haga. Nunca un bebé pasa de tumbado a sentado o de pie sin pasar por el gateo de manera natural, su cerebro viene programado para pasar por todas las fases.

Apoyo: etapa de 10 a 16 meses

bebé apoyo
Al poco tiempo de empezar el gateo empieza a ponerse de pie agarrándose a cosas que se lo permitan a su alrededor. Esto no significa que el bebé esté preparado para andar ni que debamos cogerlo de la mano para alentarlo a hacerlo. Es importante que sea el bebé el que se agarre a un punto que siempre debe ser fijo (muebles, barandilla, pared…) y que este no se mueva (personas, correpasillos, carritos, etc.), porque desplaza el punto de gravedad fuera de su cuerpo y dificulta el desarrollo del equilibrio. Y aún no necesita zapatos.

Ponerse de pie nada tiene que ver con que esté empezando a andar, una cosa es la bipedestación (andar sobre los pies) y otra es la marcha, andar.

En esta etapa es cuando empezamos a probar la postura erguida y vamos corrigiéndola y reposicionándonos con el espacio por primera vez sobre nuestros pies. Esto se lleva a cabo durante meses, alternándolo con el gateo, que sigue siendo la manera de desplazarnos.

Primeros pasos: etapa de más de 16 meses

bebé primeros pasos
Un bebé que ha completado todas las fases anteriores comienza a andar por sí mismo y tiene una marcha estable, con las piernas y la espalda recta. Si alguno de estos signos no son correctos debemos analizarlo. Ahora que ya anda, podemos ponerle zapatos.

Hasta los 16 meses es totalmente normal no haber comenzado a andar, una minoría lo hace al año y la media está en 14 meses. Si estamos acostumbrados a verlo antes es porque hemos intervenido, creyendo que le ayudamos, pero haciendo totalmente lo contrario. Poniéndolos a andar aumentamos las alteraciones en la postura, disminuimos su equilibrio y por lo tanto un bebé que empieza a andar cuando no está preparado se cae mucho.

Si queremos que nuestro bebé tenga una columna y un sistema nervioso sano, lo único que tenemos que hacer es proporcionarle un espacio para andar y no intervenir en el proceso. No hay que enseñar a los niños a andar, la mayoría de las alteraciones que vemos a esta edad son creadas por nosotros mismos.

El primer año es cuando más crecemos, cuando más se desarrolla nuestro sistema nervioso y la base de la salud de nuestra estructura para el resto de la vida. No esperemos a que tengan problemas para cuidar de nuestros hijos, llévalo al quiropráctico y ayudémosle a crecer en salud.

Aunque hemos establecido franjas de edades, os recordamos que estas no son nada importantes. Una vez más hacemos hincapié en que no es importante cuándo hace cada cosa, sino que se respeten los ritmos del bebé y no se le ponga en ninguna postura o acción que no pueda hacer por sí mismo, como sentarlo antes de que se siente o ponerlo a andar. Esto sí que puede crear problemas que el bebé no tiene, dejémosle moverse a su ritmo, proporcionando un espacio seguro y abierto.

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Cólico del lactante: qué es, cuáles son las causas y qué podemos hacer

Cólico lactante: cuáles son las causas y cómo puede ayudar la quiropráctica

El cólico del lactante es probablemente la causa no patológica que más amarga a las familias durante los primeros meses de vida de un bebé. Se calcula que aproximadamente un 20% de los bebés y sus familias lo sufren, pero ¿qué es?, ¿por qué pasa? y ¿cómo puede ayudar la quiropráctica?

El cólico del lactante se define como el episodio de llanto repentino, con rigidez del tronco o de extremidades (hipertonía), de predominio por la tarde-noche e inconsolable, es decir, que aún cogiendo al niño en brazos, no se calma, no se consuela. Esto último es importante porque nos hemos encontrado casos en los que el bebé llora sin consuelo pero se calma al cogerlo y esto es una respuesta absolutamente normal a la necesidad de apego que nada tiene que ver con lo que estamos hablando.

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El cólico del lactante suele empezar a los 10-15 días de nacimiento, esto se debe a que durante los primeros días el sistema nervioso del bebé está en letargo, es cuando todo el mundo dice, “mi bebé es Maravilloso, solo come, hace caca y duerme”. A partir de los 15 días tras el nacimiento, es cuando el sistema nervioso del recién nacido comienza a modular su estado (de alerta o reposo) dando lugar a distintos síntomas.

El cólico del lactante es la principal razón de llamada de urgencia a nuestra consulta. Las familias llaman desesperadas porque su pediatra les ha dicho que el bebé está bien, pero no duermen, no descansan y no saben cómo ayudar al niño.

Aunque aún se considera de causa desconocida o se atribuye a la inmadurez digestiva del bebé, para nosotros el cólico del lactante sí tiene una causa predominante: el sistema nervioso del bebé está en estado de alerta.

Como explicamos en el artículo anterior, el sistema nervioso se divide en simpático y parasimpático. Si repasamos los estados de cada sistema, vemos que el estado simpático aumenta el tono muscular (hipertonía), altera la digestión, produce estreñimiento, etc. Por tanto, los bebés con cólicos no son más que bebés que sufren un sistema nervioso que no les deja estar en reposo.

El por qué se produce este estado es desconocido, pero sabemos que hay factores que pueden estar implicados en su aparición:

  • Factores socioeconómicos, ansiedad materna, padres primerizos con cansancio extremo…
  • Alteración de la microbiota intestinal. La microbiota intestinal del niño con cólicos severos es distinta en algunos aspectos a la de los niños sin cólicos. Esto se debe, entre otras cosas, al uso de antibióticos en el proceso de peri-parto. Por eso la recomendación de probióticos está aconsejada ya que no tiene ningún efecto adverso.
  • Tipo de parto. Los casos de cólicos son más frecuentes en cesáreas y partos instrumentalizados porque causan estrés sobre el sistema músculo-esquelético y, por lo tanto, al sistema nervioso.
  • Estreñimiento. Hay autores que describen el cólico como ‘la existencia de una hipertonía transitoria del esfínter anal originando ondas contráctiles del intestino grueso intensas y dolorosa’. Esta es una descripción que aporta luz a lo que llevamos años diciendo, ya que significa tener el ano contraído. ¿Qué os recuerda un mamífero con el ‘culo cerrado’? A un estado de miedo nervioso

Al analizar los casos de mayor incidencia, comprobamos que todos ellos coinciden en un mayor estado de estrés/miedo en el entorno familiar, consciente o inconsciente. Hoy en día el proceso del nacimiento y todo lo que conlleva nos genera muchos miedos. Vivimos en una sociedad donde las madres hemos perdido la seguridad de ser capaces de parir y lo delegamos en un sistema médico entrenado para solucionar los problemas. Nuestro YO de mujer desaparece en parte con las renuncias que conlleva el postparto (esto daría para un libro entero) y a su vez la situación psicoemocional del postparto es muy dura.

Por eso la quiropráctica ayuda tanto con el cólico del lactanteCon ajustes quiroprácticos específicos devuelve al bebé a un estado de reposo (parasimpático) donde los síntomas asociados disminuyen o desaparecen. Si no hacemos nada, el cólico ‘desaparecerá’ a los 3 o 4 meses, pero no la causa y, por tanto, se manifestará de otras maneras en diferentes fases de la vida.

¿Qué otras cosas pueden ayudar a mejorar los síntomas del cólico?

  • Cualquier cosa que ayude al bienestar familiar mejorará  el estado del bebé y viceversa.
  • Evitar visitas, sobretodo de personas que puedan no aportar a este momento e incluso pongan a la madre/bebé más nerviosos.
  • Pelota de Pilates, si si, ¡lo que oyes! El movimiento calma mucho a los bebés, lo percibimos casi sin pensar, por eso nos ponemos de pie y subimos y bajamos. La pelota nos permite sentarnos y poder “botar” sin cansarnos y cuidando nuestra espalda. Además que es mucho más efectiva. ¡Esto es uno de los mejores descubrimientos que nos agradecen las familias!
  • Lactancia materna, son muchas las razones porque la que las madres deciden o no dar el pecho y eso es algo muy personal. Pero nos encontramos con madres que deciden dejar la lactancia y dar biberón creyendo que la situación puede mejorar, ya que a veces da la sensación que se queda con hambre. En estos casos recomendamos, si la madre quiere, que continúe la lactancia materna, ya que la leche de fórmula es más difícil de digerir y no va a aportar ninguna mejora.

Hay pocas cosas que nos generen más satisfacción en nuestro día a día que ayudar a las familias a disfrutar de la llegada de un bebé y, sobre todo, que el bebé se desarrolle en un estado óptimo.

La Quiropráctica y el embarazo: beneficios

Os dejamos la entrevista realizada a Macarena Alonso por www.laquiropractica.info.

Macarena es licenciada en Medicina por la Universidad de Málaga y en Quiropráctica por la Universidad de San Francisco (California).  Desde 2004 dirige junto a su hermana Amaya y Miguel Gálvez el Centro Quirosum en la capital de la Costa del Sol, donde se ha especializado en embarazo y niños. Hoy hablamos con ella sobre los cambios que se producen en el cuerpo de la mujer durante la gestación y cómo la quiropráctica puede contribuir a mejorar su salud.

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¿Cuáles son las zonas que se suelen resentir más por el embarazo?

Muchas de las molestias que se tenían antes del embarazo se ven agudizadas conforme van pasando los meses de gestación (ciática, lumbago, dolor en el pubis, dificultad al respirar, ardores, etc.) y otras veces aparecen por primera vez en esta etapa. El embarazo es como una ventanita a la vejez, aparecen síntomas en aquellas partes del cuerpo que no están trabajando al 100% ya que en esta etapa nuestros sistemas trabajan más.

¿En qué fase del embarazo suelen aparecer estas molestias?

Pueden aparecer en cualquier momento, aunque es más frecuente a partir del segundo trimestre. También se puede estar embarazada y sentirse totalmente bien. En la consulta escucho mucho decirles cuando se quejan: ¡es normal, estás embarazada! Que sea muy común no significa que sea normal ya que lo normal es estar bien. Si el cuerpo de la mujer tiene buena flexibilidad, su columna vertebral y su pelvis está equilibra, se irá adaptando a los cambios durante el embarazo sin problemas ni molestias y disfrutará de una de las etapas más bonitas de la vida.

¿Qué cambios se producen en esta etapa y cómo afectan a la mujer?

Es la etapa donde el cuerpo sufre más cambios (estructurales, hormonales y emocionales) con un objetivo fundamental: darle espacio al bebé para que crezca dentro de su vientre y prepararse para el parto debido a la producción de hormonas como la relaxina, progesterona, estrógenos… Es por ello que durante el embarazo hay más laxitud ligamentaria. Es decir, los ligamentos que sostienen nuestras articulaciones son más elásticos y los movimientos más flexibles, siendo más fácil que nuestra columna y nuestra pelvis se desequilibren.

¿Qué tipo de ejercicios se pueden realizar en casa para aliviar el dolor y prevenirlo?

La pelvis de la mujer ha ido perdiendo movilidad y flexibilidad por el cambio de vida que hemos sufrido. Pasamos muchas horas sentadas. Por eso los ejercicios que ayudan a movilizar la pelvis y estabilizarla,  son beneficiosos en el embarazo. El Pilates o el Yoga realizado por un profesional cualificado, sería recomendable.

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¿Cómo puede ayudar la quiropráctica?

Los quiroprácticos equilibramos la columna vertebral y la pelvis y liberamos los bloqueos del sistema nervioso, ayudando a la futura mamá a que se adapte a los cambios que su cuerpo está teniendo sin molestias ni síntomas. Y también a que su bebé se coloque en la mejor posición posible dentro de la pelvis de la madre. Muchas veces los bebés no se colocan en la posición adecuada porque la madre tiene un desequilibrio en su pelvis que se puede corregir y ayudar a la correcta posición fetal. También puede ocurrir que el parto no se desarrolle con normalidad porque la pelvis de la madre no tenga una buena colocación o no se mueva de manera adecuada

¿Debemos acudir a un profesional cuando ya existe el dolor o de forma preventiva?

Deberíamos acudir a un profesional quiropráctico para mejorar nuestra calidad de vida, no hay que esperar a tener dolor o algún síntoma. El que no sintamos dolor o malestar no significa que estemos bien.

¿Se pueden hacer ajustes en cualquier fase del embarazo?

Si, en cualquier momento y cuanto antes mejor.

De cara al parto, ¿una espalda bien ajustada puede ayudar a mitigar el dolor o hacerlo más llevadero?

En el parto es muy importante que la pelvis de la madre este equilibrada y con buena movilidad para que él bebe vaya bajando por el canal del parto adecuadamente. Hoy en día hay un alto porcentaje de partos que terminan en cesárea o usándose instrumentación. Un cuerpo bien ajustado facilita el proceso de parto.

Entrevista realizada a Macarena Alonos por laquiropractica.info